OpenAI y AWS se unen para controlar la infraestructura de IA
OpenAI y Amazon han firmado un acuerdo monumental de $38 mil millones que está reescribiendo las reglas del poder tecnológico global. Este no es un simple trato entre titanes, sino el campo de batalla central en la guerra por el control de la infraestructura que alimentará la Inteligencia Artificial del futuro.
Si la IA dejó de ser una guerra de modelos, se ha convertido oficialmente en una guerra de infraestructura.
Los detalles del acuerdo millonario
El 3 de noviembre de 2025, OpenAI se comprometió a un contrato de siete años para comprar $38 mil millones en capacidad de cómputo a AWS. Este acuerdo lo posiciona como uno de los más grandes en la historia de la infraestructura en la nube de IA.
Lo que OpenAI está comprando no es solo capacidad, sino pura potencia de frontera. La infraestructura consiste en el despliegue de cientos de miles de las GPU más avanzadas de NVIDIA —específicamente los modelos GB200 y GB300—. AWS se encargará de entregar esta capacidad a través de sus Amazon EC2 UltraServers.
El fin de la exclusividad con Microsoft
El verdadero salseo es la motivación detrás de la negociación: una diversificación deliberada y necesaria por parte de OpenAI.
Este acuerdo de $38 mil millones marca el fin de la dependencia exclusiva y arriesgada de OpenAI con Microsoft Azure. Para adoptar una estrategia multi-nube más robusta, OpenAI tuvo que negociar su salida de esta dependencia.
Para asegurar esta libertad estratégica, OpenAI ya había firmado un nuevo contrato de $250 mil millones para comprar servicios de Microsoft Azure. Es decir, OpenAI pagó un “peaje masivo” a Microsoft para obtener permiso para gastar cientos de miles de millones de dólares en otros proveedores, como AWS y Oracle.
El crecimiento de la IA Agéntica
El compromiso de $38 mil millones con AWS nos da un primer plano arquitectónico de la próxima gran ola: la IA agéntica.
OpenAI está escalando no solo el “cerebro” (las GPU masivas), sino también el “sistema nervioso”. El acuerdo permite la escalabilidad de decenas de millones de CPUs, lo cual es crucial porque la IA agéntica implica sistemas capaces de planificar, razonar y ejecutar tareas complejas de forma autónoma. Estas funciones lógicas y secuenciales son cargas de trabajo clásicas de CPU.
Esta infraestructura masiva se utilizará para tres propósitos fundamentales:
Potenciar respuestas en tiempo real para productos como ChatGPT (inferencia).
Entrenar los modelos de próxima generación (entrenamiento).
Escalar las cargas de trabajo agénticas, considerada la función más visionaria.
La cuentas no salen. Mil Millones vs. Billones
Los $38 mil millones son solo una fracción de un gasto total de infraestructura de OpenAI que supera los $1.4 billones (en la escala anglosajona, $1.4 trillion).
Existe una discrepancia brutal si consideramos que sus ingresos anuales reportados son de solo $13 mil millones. ¿Cómo se financia? El acuerdo con AWS funciona como una “economía circular”: el compromiso de ingresos garantizado de OpenAI permite a Amazon justificar y financiar el gasto de capital masivo necesario para construir la capacidad que OpenAI demanda.
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Reconfiguración del Cloud Mundial
Para AWS, este acuerdo es una victoria monumental. La compañía era percibida como rezagada en la guerra de la nube de IA, pero ahora aloja a los dos mayores rivales de la industria: OpenAI y Anthropic.
Esto convierte a AWS en la Suiza de la infraestructura de IA, un verdadero titán de poder computacional que gana independientemente del modelo de IA que domine el mercado. El anuncio tuvo un impacto inmediato, llevando las acciones de Amazon a un máximo histórico.
El acuerdo también consolida el dominio de NVIDIA. El hecho de que OpenAI exigiera específicamente sus GPU (GB200/300) sobre las alternativas internas de AWS subraya la posición de NVIDIA en el ecosistema de IA de frontera.
Sin embargo, esta alianza fortalece el oligopolio de la IA-Nube, lo que ya está intensificando el escrutinio de reguladores como la Comisión Europea y la FTC, que investigan estas alianzas gigantes.
Reconfiguración del Cloud Mundial
Esta alianza no solo redefine la estrategia de cómputo de OpenAI, sino que reestructura el poder en la guerra de la nube.
La gran pregunta que queda es si este movimiento representa el nacimiento de una nueva era tecnológica, o simplemente el cierre del acceso abierto a la inteligencia artificial.
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