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El Apagón en España:
Análisis de Impacto en Centros de datos y Lecciones para la Resiliencia Digital y Energética

El 28 de abril de 2025 marcó un antes y un después en la percepción de la seguridad de las infraestructuras críticas en la Península Ibérica.

El evento, rápidamente bautizado como “Gran Apagón” sumió a España y Portugal en una oscuridad casi total durante horas, exponiendo las complejas interdependencias y las fragilidades potenciales de los sistemas energéticos, digitales y de comunicaciones modernos.

El desencadenante: pérdida súbita de 15GW

  • Magnitud sin precedentes: 15 GW ≈ 60 % de la demanda peninsular en ese instante.
  • Activación de protecciones automáticas → desconexión del sistema ibérico de la red europea → blackout total.
  • Indicios de vulnerabilidad sistémica (estabilidad dinámica) por encima de contingencias ordinarias.

Incógnitas e hipótesis

A pesar de la rápida identificación del síntoma – la pérdida de 15 GW –, las causas no fueron explicadas de forma concluyente por REE ni por el Gobierno en las horas y días inmediatamente posteriores al evento.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que los especialistas no habían podido determinar la causa inicial y que «no se descartaba ninguna hipótesis», instando a no propagar información no verificada.

Esta falta de una explicación oficial inmediata abrió la puerta a diversas hipótesis. Se activaron investigaciones por parte de organismos de seguridad como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Centro Criptológico Nacional (CCN) para explorar posibles causas externas, como un ciberataque coordinado o actos de sabotaje físico.

También ha surgido un debate significativo sobre el posible papel de la gestión de la red en un contexto de alta penetración de energías renovables, sugiriendo que la inestabilidad podría estar relacionada con la dificultad de equilibrar fuentes intermitentes.

El apagon en España y como afecto a los centros de datos

Respuesta Operacional en Centros de Datos

La arquitectura estándar de resiliencia en los centros de datos modernos en España se basa en múltiples capas de protección contra fallos eléctricos. Esto incluye, idealmente, acometidas eléctricas duales desde subestaciones diferentes (dual feed), Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI o UPS) que proporcionan energía instantánea mediante baterías durante los primeros minutos de un corte, y generadores diésel de gran capacidad que arrancan automáticamente para sostener la carga durante cortes prolongados. 

El apagón del 28 de abril obligó a la activación inmediata y simultánea de estos sistemas de respaldo en todos los centros de datos ubicados en las regiones afectadas. Si bien la mayoría de las instalaciones de gran escala están diseñadas para soportar este tipo de contingencias y no hubo informes públicos inmediatos de fallos catastróficos por parte de los grandes operadores (Equinix, DATA4, etc.), el análisis de la situación general y reportes indirectos sugieren que la transición no fue completamente transparente para todos los servicios alojados.

Se observaron incidentes aislados como interrupciones en servicios cloud específicos, fallos en conexiones VPN corporativas y un aumento de la latencia en redes críticas, indicando que algunos sistemas o clientes sí experimentaron disrupciones a pesar de los respaldos.

Fragilidades expuestas

El Gran Apagón puso de manifiesto varias vulnerabilidades críticas en la resiliencia de los centros de datos que van más allá de la mera redundancia de equipos:

  • Autonomía de Energía Limitada: La duración del apagón (8-14 horas) supuso una prueba de estrés real para la autonomía de los generadores. Aunque diseñados para cortes prolongados, la capacidad de los tanques de combustible on-site y la logística para el reabastecimiento bajo condiciones de crisis generalizada se convierten en factores críticos. La necesidad de reevaluar la duración de la autonomía (almacenamiento de combustible, contratos de suministro garantizado) se hace evidente.
  • Resiliencia de la Refrigeración: Los sistemas de climatización (HVAC) son consumidores intensivos de energía y absolutamente vitales para evitar el sobrecalentamiento de los servidores. Si los sistemas de respaldo de energía no pueden sostener adecuadamente la carga de la refrigeración durante todo el periodo del apagón, se generan riesgos térmicos severos que pueden llevar a fallos de hardware irreversibles, incluso si la alimentación eléctrica de los equipos IT se mantiene. La resiliencia de la refrigeración debe ser equivalente a la del suministro IT.
  • Dependencia de la Doble Acometida: La disponibilidad de dos acometidas eléctricas independientes de la red pública es una defensa fundamental. Cuando esta no existe o falla (por ejemplo, si ambas acometidas provienen de la misma subestación afectada), toda la carga recae sobre los sistemas de generación in situ, eliminando una capa crucial de redundancia. 


La concentración geográfica de centros de datos críticos, especialmente en el área metropolitana de Madrid , se reveló como un factor de riesgo sistémico. Aunque cada instalación individualmente pueda contar con sistemas de respaldo robustos, un evento de red que afecte a toda la región simultáneamente pone en jaque una porción significativa de la capacidad digital nacional.

El apagón funcionó como una prueba de estrés a escala real para esta concentración, subrayando la importancia estratégica de la diversificación geográfica o, alternativamente, de una inversión aún mayor en la resiliencia de la red eléctrica regional que abastece a estos clusters.

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Recomendaciones de Resilencia a futuro

El Gran Apagón de España en 2025 debe servir como un catalizador para reforzar de manera integral la resiliencia de las infraestructuras críticas de España. Las siguientes recomendaciones, dirigidas a los actores clave, buscan abordar las vulnerabilidades expuestas y prevenir futuros incidentes de similar magnitud.

Operador del sistema eléctrico (REE/Redeia)

  • Implantar monitorización en tiempo real (WAMS + IA).
  • Acelerar el refuerzo de la red y nuevas interconexiones (p. ej. Golfo de Vizcaya).
  • Crear incentivos y normas para almacenamiento masivo y respuesta de la demanda.
  • Actualizar códigos de red para exigir a las renovables servicios de inercia, regulación y black-start.
  • Revisar y ensayar planes de arranque autónomo y restauración del sistema.

Centros de datos

  • Elevar la autonomía energética in situ a 24-72 h (UPS + diésel + logística de combustible).
  • Garantizar redundancia equivalente en HVAC.
  • Someter los planes de contingencia a pruebas periódicas bajo carga real.
  • Diversificar la conectividad con rutas y carriers independientes.

Operadores de telecomunicaciones

  • Ampliar el respaldo energético de estaciones base y nodos críticos (baterías, generadores, pilas de combustible).
  • Priorizar los emplazamientos que dan servicio a infraestructuras esenciales.
  • Desarrollar protocolos dinámicos de gestión de congestión y tráfico prioritario durante crisis.

Acciones políticas

  • Actualizar los planes de protección civil para apagones prolongados; clarificar roles y coordinación interinstitucional.
  • Endurecer los estándares de resiliencia y ciberseguridad de todas las infraestructuras críticas.
  • Reforzar la seguridad OT con segmentación, monitorización y pruebas de penetración periódicas.
  • Impulsar campañas de preparación ciudadana (kits, información, autoconsumo básico).
  • Financiar I+D en almacenamiento, inversores grid-forming, redes inteligentes y comunicaciones resilientes.